Alcohol, ¿necesidad o hábito?

Andrea Hernández y Marina Vázquez

Una nueva ley unificará los requisitos para la adquisición de bebidas alcohólicas en España para prevenir el elevado consumo de alcohol entre menores. Así lo anunciaba el delegado del gobierno para el plan nacional sobre drogas.

El Ministerio de Sanidad del que depende la delegación del Gobierno declara que se trata del alcohol ya que la otra droga legal, el tabaco, ya esta regulada.

Hoy en día se establece como límite de edad legal para el consumo de bebidas alcohólicas los 18 años, menos en Asturias que se sitúa en los 16 años.

Todas las comunidades previamente a esta ley habían establecido barreras legales al consumo del alcohol a los menores de 18 años, claro que siempre podrían dar marcha atrás a esta ley y esto es lo que quiere evitar el Gobierno de Sanidad. Este tema se mezcla con otros asuntos de orden público, como la lucha contra el ruido nocturno y el tan conocido término en España, el botellón.

Esta nueva ley ha afectado al sector vitivinícola, cervecero y el de la sidra, los cuales se están movilizando para crear una doble regulación en función del contenido alcohólico que tenga la bebida, ya que las bebidas de menos grados afectan de menor manera a la salud de la persona que lo consume. El alcohol es la única droga donde existe una cantidad máxima de consumo inocuo. Además el alcohol en España no se incluye de manera general y oficial entre las drogas e incluso el vino aparece en las listas de alimentos.

El alcohol en España tiene una consideración especial, que afecta tanto a adultos como a jóvenes. En las últimas encuestas sobre el consumo de alcohol entre jóvenes de 14 a 18 años se dice que el 58,5% son consumidores de esta bebida y menos del 20% no lo han probado nunca.

Sin ninguna duda, el alcohol es la droga más consumida y preferida de las personas, la cual se sitúa con 20 puntos más que el tabaco.

Mediante una encuesta realizada por los universitarios de medicina en la Universidad de Oviedo se ha llegado a la conclusión de que los jóvenes que no beben pasan más tiempo con sus familias y dedican más tiempo a sus estudios. Y quienes beben lo hacen mayoritariamente por tres motivos: curiosidad, por seguir la estela de los amigos y por experimentar euforia.

A un grupo de los encuestados se les puso previamente un video sobre los efectos del alcohol, en la encuesta se observó que las personas que habían visto previamente el vídeo estaban mas concienciados en cuanto a los problemas del consumo del alcohol mientras que el resto aseguraban que el alcohol no es un problema para la sociedad.

En la encuesta participaron 1474 jóvenes asturianos, de los cuales aseguran beber mucho más. Entre la población juvenil asturiana el 59% asegura beber. En segundo curso de bachillerato solo el 9,7% se declaran abstemios.